Primero examinemos cada uno de los textos que ellos utilizan como base para su  actuación.

 

1 Corintios 5:11:  “Pero ahora les escribo que [cesen de mezclarse] (synanamignysthai) en la compañía de cualquiera que, llamándose hermano, sea fornicador, o persona dominada por la avidez, o idólatra, o injuriador, o borracho, o que practique extorsión, y ni siquiera coman con tal hombre.” (N.M.)

Aquí el apóstol es muy claro en su consejo. Además es un consejo lleno de sentido común.

Esta diciendo que no se mezclen con alguien que se llame hermano pero que a la sazón sea una persona de esas características. No obstante no dice nada de que no se le pueda saludar o hablar con el. Es mas, el apóstol establece un limite muy claro. Ni siquiera comer con tal hombre. Es decir, puso el tope en no comer con tal hombre y no en no saludarlo. Puso el limite en no tener asociación con esa persona. No en no hablarle.  Si el apóstol  Pablo hubiera querido establecer un limite en ni siquiera dirigirle un saludo no hubiera dicho ni siquiera coman, pues el no comer no implica para nada el no hablarle.

La expresión griega que se utiliza para cesen de mezclarse es (synanamignysthai). Exactamente la misma que se usa en 2 Tesalonicenses 3: 14 cuando dice: “14 Pero si alguno no es obediente a nuestra palabra mediante esta carta, mantengan a este señalado, [dejen de asociarse con él] (synanamignysthai), para que se avergüence.” (N.M.)

 

No hay diferencia en la fuerza del término de ambos textos. En ambos casos se impele a los cristianos a evitar tener compañerismo íntimo a nivel personal con aquellos que practiquen las cosas señaladas tanto en el capítulo 5 de la Primera a los Corintios como en la Segunda a los Tesalonicenses capítulo 3, de forma que la persona pueda sentirse avergonzada.

Es decir, lo que el apóstol dijo en este caso simplemente es algo que cualquier cristiano con sentido común y que quisiera estar libre de según que influencias haría. No relacionarse habitualmente o tener como amigo a alguien de esas características: fornicador, avaro, injuriador, borracho o extorsionador. Lo cual no significaría que no pudiera relacionarse en absoluto con el o que no pudiera hablarle.

 

 ¿Qué hay de la instrucción de 2ª Juan 10,11? 

“10 Si alguno viene a ustedes y no trae esta enseñanza, nunca lo reciban en casa ni le digan un saludo. 11 Porque el que le dice un saludo es partícipe en sus obras inicuas.”

Para averiguar a que se esta refiriendo tendríamos que leer el contexto. Y en el contexto se ve claramente que Juan esta hablando de aquellas personas que en aquellos días negaban la venida de Cristo:

 versículo 7 “Porque muchos engañadores han salido al mundo, personas que no confiesan a Jesucristo como venido en carne. Este es el engañador y el anticristo.”

Punto 1: En ningún caso Juan dice que se esta refiriendo a aquellos que hayan sido hermanos y que ahora nieguen a Cristo. No, Juan dice que a cualquiera (haya sido hermano o no) que niegue a Cristo venido en carne no se le debe “saludar”.

 

Debería notarse que lo dice referente a cualquiera que no trae “la enseñanza de Cristo”, no cualquiera que no aprueba todo lo que opina un movimiento religioso. La primera carta de Juan muestra que, para él, esa enseñanza estaba centrada en la confesión fundamental del cristiano: que Jesús es el Cristo de Dios, que ha sido enviado en carne a la tierra.

Las demás Escrituras enseñan claramente que la base para el bautismo consistía en creer que Jesús Nazareno es sin duda el Cristo, que entregó su vida por la humanidad, que había resucitado y había implantado sus enseñanzas y principios morales. No era la creencia en un complejo “cuerpo de doctrinas” desarrollado con posterioridad por una corporación religiosa.

 

Punto 2: ¿Que significa la expresión “ni un saludo”?

No podía referirse a no decir ni siquiera “hola” y mas cuando vemos que este texto esta hablando de cualquier persona, no solo los llamados hermanos, sino cualquier persona que negara la venida de Cristo.

 

Primero no obstante veamos cual es la opinión de la Watch Tower al respecto:

 

La Atalaya del 15 de julio de 1985, página 31 dice.

“Aquí Juan usó kjái·ro, que era un saludo como “buenos días” u “hola”. (Hechos 15:23; Mateo 28:9.) No usó a·spá·zo·mai (como en 2 Juan, versículo 13), que significa “abrazar, y así saludar, dar la bienvenida” y que quizás haya dado a entender un saludo muy afectuoso, hasta con un abrazo. (Lucas 10:4; 11:43; Hechos 20:1, 37; 1Tesalonicenses 5:26.) POR ESO, LA INDICACIÓN DE JUAN EN 2 JUAN 11 BIEN PUDIERA SIGNIFICAR NO DECIR SIQUIERA “HOLA” A TALES PERSONAS.”

 

La Atalaya se empeña en atribuir al término “aspazomai” un saludo especialmente efusivo que sobrepasa por mucho al de la palabra utilizada en la segunda carta de Juan, “khairo”. Eso le permite decir que khairo, al expresar menos “calor” que aspazomai se referiría al saludo más cotidiano, más superficial como un simple “Hola”. Sobre esa base se permitirían reglamentar todo tipo de comunicación hablada con los expulsados.

 

 

Pero, es curioso una vez mas, como la Watch Tower solo utiliza de la Biblia aquello que satisface a sus propósitos, pero omite aquello que no le interesa.

 

 ¿Por qué no han puesto como ejemplo de lo que kjáiro significa otros textos?, como por ejemplo Lucas 1: 28, 29 que dice: “Y entrando el ángel donde ella estaba, dijo: ¡Salve [khaire en griego], muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación [aspasmos, en griego] sería esta.”

 

O como dice la interlineal sobre lo que significa kjáiro:

cairo (χαίρω ) alegrarse, estar gozoso, regocijarse. Se utiliza en el modo imperativo en salutaciones: (a) al encontrarse: «¡Salve!» (p.ej., Mat_26:49); o con lego, decir, dar un saludo (2 Joh_11  «¡Bienvenido!»); en cartas, «salud» (p.ej., Act_15:23, 23.26); (b) en la despedida, siendo el concepto subyacente el deseo de gozo (2Co_13:11  «tened gozo»); (c) en otras ocasiones, véase Phi_3:1  «gozaos» (VM: «regocijaos»). Véase GOZAR, A, Nº 2, y también ALEGRAR, BIENVENIDO, GOZO, GOZOSO, REGOCIJARSE, SALVE.

 

Es decir, lo que la Atalaya dice de que el apóstol quiere dar a entender que no se debía decir ni un simple “hola”, carece de fundamento solido.

Porque como dice la interlineal, Kjáiro implica un concepto subyacente de gozo, un imperativo de bienvenida, un regocijarse.

Eso es lo que no tenían que demostrar ante los que venían negando a Cristo fueran hermanos o no. No podían demostrar alegría y regocijo y afecto a alguien que con la evidencia que tenia de cómo el espíritu santo actuaba y lo que el veía en  los cristianos que hasta incluso eran capaces de sanar enfermos, hablar en lenguas, resucitar a muertos, y a pesar de toda esa evidencia, era capaz de negar a Cristo y pretender enseñar valores contrarios a los que Cristo enseñó.

 

Eso es lo que enseña 2 Juan 2:10 y no lo que dice la Watch Tower.

 

Por otro lado ¿donde dicen las escrituras que el trato con un pariente expulsado debería ser el mínimo? En cambio ellos dicen en La Atalaya de 1970 15/10 pág. 639 Preguntas de los lectores:

“Sin embargo, pudiera haber algunos asuntos de familia absolutamente necesarios que requirieran comunicación, como legalidades debidas a un testamento o propiedad. Pero al pariente expulsado se le debe hacer comprender que su posición ha cambiado, que ya no es bienvenido en el hogar.”

 

Una vez mas igual que los fariseos atan cargas pesadas sobre la gente imponiendo normas que ellos se sacan de la manga.

 

 

 

Que motivo se esconde tras la norma que ellos imponen de que no se hable a un expulsado.

 

Esa norma que ellos han impuesto es una flagrante distorsión de un principio bíblico que simplemente enseña que un cristiano no querría relacionarse  íntimamente con quien practica lo que bosqueja 1ª Corintios 5:11.

 

Pero ellos interesadamente han añadido a lo que dice 1 Corintios otros motivos de expulsión como puede ser por ejemplo, no acatar lo que ellos interpretan sobre la sangre. No solo eso sino que se atreven a decir que cualquier miembro que  cuestione sus enseñanzas o que abandona su organización es un apostata y que por ello no se le debe ni saludar.

 

Es de notar lo que dice  La Atalaya del 15-07-1985 págs. 30-31 “Por eso, cuando se apartan voluntariamente de la congregación cristiana, tales personas llegan a formar parte del ‘anticristo’ (1 Juan 2:18, 19)”.

Una persona que voluntaria y formalmente se desasociara de la congregación cuadraría con dicha descripción. Se convertiría en un apóstata al repudiar deliberadamente a la congregación de Dios y renunciar al camino cristiano.”

 

Es decir según ellos si alguien simplemente se aparta de su organización es un apostata y un anticristo.

 

¿Por que razones se atreverían a distorsionar estos principios bíblicos.?

 

Es evidente que por temor. Ellos tienen temor especialmente a los disidentes. Ellos saben que los que han sido testigos de Jehová y deciden abandonar la organización o son expulsados por no estar de acuerdo con algo que enseña la Watch Tower son peligrosos para ellos.

 

Ellos saben que estas personas son la clase de personas capaces de hacer abrir los ojos a los que están dentro. Pues tienen argumentos de peso.

 

 

 

Contribuido

Es sabido que los testigos de Jehová utilizan la practica de la expulsión, según ellos como medida para mantener limpia la congregación y como medida para llevar al arrepentimiento a quien es expulsado.  También dicen que esta medida además de ser bíblica esta movida por el amor.

 

Pero ¿es eso cierto? ¿es realmente bíblica la expulsión tal y como ellos la practican? ¿esta en su caso motivada por el amor o podría haber otros intereses ocultos?

EXPERIENCIA DE PERCY HARDING (Ejemplo del mal uso de la expulsión)

 

 

Puesto que todas las acciones de expulsión se informan a las oficinas centrales de la organización, ésta no está desinformada de lo que pasa. El caso patético de Percy Harding ilustra esto, porque prácticamente tuvo lugar a las puertas de la central mundial.

 

En 1910, cuando tenía unos veinte años, Percy, oriundo del oeste del Canadá, empezó a leer los escritos del Pastor Russell y en séis meses había leído unas 3,000 páginas del material. Renunció a la iglesia Protestante de la que era miembro y se encontró completamente solo en su nueva creencia entre la gente de su pueblo. Empezó a "testificar", formó dos grupos en la zona y efectuó bautismos en un río cercano. Él escribe:

 

"En 1918 dejé un buen trabajo para ser precursor. Mi territorio cubría miles de kilómetros cuadrados, la mayoría a lo largo de vías del tren, desde el sur de Alberta a la costa del Pacífico. También cubrí el país a pié, llevando dos pequeñas bolsas de libros. A menudo andaba tanto como unos 24 a 40 kilómetros al día."

Después de siete años en esta actividad, el 25 de mayo de 1925, fue a Brooklyn, Nueva York, para servir en las oficinas centrales de la Watch Tower. Después de unos cuatro años, la situación desarrollada bajo la presidencia de Rutherford y la conducta de algunos que ejercían superintendencia dejó a Percy desilusionado. En 1929 finalizó su obra en las oficinas centrales.

A pesar de eso, permaneció asociado y activo en la misma congregación en Brooklyn durante los siguientes cincuenta y séis años. De lo que entónces ocurrió él escribe:

 

"Desde mayo de 1925, hasta Diciembre de 1981, permanecí en la misma congregación hasta que fui expulsado por hablar acerca de la Palabra de Dios con unos amigos míos. Esto fue increíble y en lo que concierne a la Sociedad, una actuación vergonzosa. El comité judicial tenía una carta recibida de otro cuerpo de ancianos de otra congregación. Habían expulsado a un amigo mío. Lo habían interrogado por largo tiempo acerca de otras personas que hubiesen estado hablando acerca de la Biblia. Él se derrumbó y se lo dijo y mencionó mi nombre y el de otros. Así es que se me presentó esa carta de los ancianos, incluyendo cosas que yo y otros habíamos dicho junto con la petición de que me expresara acerca de ella. Le dije al comité que no tenía nada que decir, que lo que tuvo lugar entre yo y mis amigos era un asunto estrictamente privado y que no le incumbía a nadie más. Ellos prometieron darme una copia de la carta, pero nunca la recibí.

Entonces empezaron a hacer preguntas, siendo la principal, "¿Crées que la Sociedad es la organización de Dios y que da a conocer la verdad?" Así es que dije, "No hay nada en la Palabra de Dios que indique que Dios haya usado alguna vez una 'organización' y que sea fuente de la verdad. Desde Moisés, pasando por todos los profetas, hasta Juan y la Revelación, fue siempre un asunto individual."

 

Tuvieron lugar tres reuniones del comité, la última en Betel. La noche que fuí expulsado, Harry Peloyan (un miembro de mucho tiempo del departamento de servicio de la Watch Tower) hizo un discurso en el Salón del Reino, trayendo a colación una acusación que aún no se había considerado en ninguna de las reuniones con el comité y que tendía a romper la unidad de la congregación. Él usó mal 2 Juan 10, 11, al ordenar a las 175 personas que cortaran toda relación conmigo. Después de la reunión todo el mundo desfiló, pasando por mi lado como si fuera un leproso.

 

 

Percy tenía 91 años de edad y mala salud. Quizá se le podría haber acusado de entender ciertos textos bíblicos de manera diferente, pero no debido a que estuviera creando algún disturbio que fuera evidente a la congregación sino debido a que tuvo conversaciones privadas con amigos. Nadie en la congregación se había quejado de que él fuera un "agitador" sino que el asunto llegó a tener trascendencia cuando llegó una carta de otra congregación, que inició la investigación y el interrogatorio por parte de los ancianos acerca de sus observaciones privadas sobre asuntos bíblicos con sus amigos personales. (Compare la acusación en contra del apóstol Pablo y su defensa en Hechos 24:5-13.) En un viaje que hice a la parte nordeste (de los Estados Unidos) en 1982, visité a Percy Harding en su casa del 6th Street en Brooklyn. Sentado en el sillón, tenía una apariencia diminuta, un hombre pequeño, de apariencia frágil y que era obvio que estaba debilitado por la edad y la enfermedad.

Me pregunté a mí mismo, cómo alguien en su sano juicio podía ver a una persona como aquella, que no tenía una posición o influencia particular, como que podía constituir un peligro, a pesar de sus setenta años de asociación, y se juzgara necesario expulsarla y privarla de todas las amistades de toda la vida. Pensé que una organización debe sentirse extremadamente insegura de sí misma y con un increíble sentido de vulnerabilidad, por tan siquiera considerar a semejante hombre, frágil y envejecido como una amenaza. Con respecto al efecto que la expulsión tuvo en sus circunstancias personales, él escribe:

 

Antes de esto, habían dos enfermeras (Testigos) que me visitaban, casi cada semana. Hacían algunas cosas por mí que yo era incapaz de hacerlas por mí mismo, y lo más importante, las podía llamar si las necesitaba. Cuando cumpla 92 años el 18 de Agosto, ¿quién sabe si puede surgir una emergencia? Después de mi expulsión, llamé a una de las enfermeras . Contestó al teléfono su esposo y dijo, "Ann no tiene permiso para hablar contigo."
Déjenme decir otra vez que la única cosa que los ancianos tienen contra mí, es que hablé con unos pocos amigos acerca de la Bíblia.

 

En mis conversaciones con Percy lo encontré un hombre de habla muy franca. Es posible que hubiera sido bastante franco en sus discusiones con los ancianos que le juzgaron. Pero aunque hubiera sido más que franco, que hubiera sido cáustico, o incluso arisco, ¿cómo pudo ser posible que esto justificara el que se expulsara a un hombre de 91 años, solo, enfermo, con su familia a miles de kilómetros y que habían dejado de escribirle por unos setenta años de asociación activa y que ahora era alguien ignorado y olvidado? ¿Qué crimen tan atroz había cometido él para merecer eso? Encuentro difícil el entender cómo álguien que afirma ser discípulo del verdadero Pastor de ovejas, Cristo Jesús, pudiera ser partícipe de semejante acción y que no puedo menos que el considerarla inhumana. Sin embargo, como se dijo antes, todo esto tuvo lugar a las mismas "puertas" de la central mundial de la Sociedad Watch Tower.

Percy está ahora muerto; murió mientras dormía el 3 de Febrero de 1984. Durante los veinticinco meses que siguieron a su expulsión, ni una sola persona de la congregación con la que él había estado asociado por 56 años vino a verle o a interesarse por sus necesidades. (Un amigo mío que vive en la zona de Nueva York lo visitaba semanalmente y finalmente, cuando los fondos de Percy se fueron agotando, hizo arreglos para que consiguiera entrar en la residencia en que murió.

 

 

 

Raymond Franz en "El mal uso de la Expulsión", capítulo 11 de A la Búsqueda de la Libertad Cristiana

LIBERADOS

Asociación de ayuda a los afectados por las enseñanzas de los Testigos Cristianos de Jehová

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La expulsión en los Testigos de Jehová